¿A qué nos referimos cuando hablamos de impacto? En un contexto donde la conciencia social y ambiental es cada vez mayor, la palabra «impacto» se ha vuelto omnipresente. Sin embargo, este término no siempre se traduce en acciones transformadoras o mejoraa significativas y medibles a la sociedad. En este artículo, exploraremos las claves para identificar y combatir el «impact washing», una práctica que amenaza la autenticidad de la inversión de impacto.
¿Qué es el «Impact Washing»?
Consumidores, inversores y gobiernos piden cada vez más a las empresas que jueguen un rol activo y contribuyan a superar los distintos retos que afectan a la sociedad y al planeta. Generaciones como los millennials o la GenZ, conciben el cambio climático como una de sus mayores preocupaciones y 7 de cada 10 afirman que intentan minimizar su impacto en el medio ambiente, según un reciente estudio de Deloitte. Frente a estas expectativas, algunas empresas optan por proyectar una imagen exagerada o incluso falsa, atribuyéndose mejoras sociales y medioambientales sin realmente comprometerse con cambios sustanciales.
Ésta práctica se conoce como impact washing y supone una amenaza a la economía de impacto – aquella que busca la rentabilidad social y medioambiental, a la vez que financiera. Una de las principales consecuencias de esta acción engañosa es el desvío de recursos financieros de proyectos que sí buscan generar un impacto genuino y diluir la efectividad de la inversión de impacto. Por este motivo, su detección y prevención se han convertido en desafíos clave para inversores, consumidores y organizaciones que buscan generar un impacto positivo en la sociedad.
Cómo detectar el impact washing
Si bien la inversión de impacto está en pleno crecimiento – en 2022 superó el billón de euros a nivel mundial y los fondos crecieron un 58% en España – la falsa atribución de impacto también se ha ido extendiendo en campañas de marketing en búsqueda de una mejora de reputación y así atraer más clientes.
Esta práctica erosiona la confianza de la sociedad en el papel que juega el sector financiero en la transición hacia un mundo más justo y sostenible, haciendo que los consumidores e inversores sean menos propensos a invertir su dinero en proyectos de impacto. Para frenarlo, debemos hacer saltar las alarmas cuando nos encontremos ante:
Falta de intencionalidad y objetivos ambiguos
Un compromiso real con la inversión de impacto implica una intencionalidad clara para resolver un problema concreto y establecer objetivos específicos. Si una empresa utiliza términos vagos y genéricos para describir su impacto, o aprovecha la casuística de generar un beneficio a los demás, es posible que estén más interesados en la apariencia que de la transformación real, lo que la acercaría al impact washing.
Falta de medición y evaluación
La medición y evaluación constantes son esenciales para el éxito de la inversión de impacto. Si una empresa no demuestra un compromiso serio con la evaluación de sus iniciativas y la adaptación según sea necesario, es posible que estén más interesados en la percepción que en el cambio positivo neto generado en las personas y el planeta.
Falta de transparencia
Las empresas comprometidas con la inversión de impacto genuina son transparentes sobre sus prácticas y resultados. Si una organización se atribuye actividades en beneficio de la sociedad y del medioambiente, pero no proporciona informes detallados y fácilmente accesibles sobre por ejemplo sus emisiones de carbono, o resultados de impacto social, podría ser una señal de impact washing.
“La transparencia del impacto es el próximo gran paso y en los próximos años contaremos con una rendición de cuentas sólida.” Sir Ronald CohenSir Ronald Cohen, Presidente del Global Steering Group for Impact Investment, en una entrevista de Impact Investor.
Combatir el Impact Washing: Estrategias Efectivas
Educación y Concienciación
La primera línea de defensa contra el «impact washing» es la educación. Para fortalecer la inversión de impacto, los inversores deben familiarizarse con los principios y prácticas detrás del impacto para poder identificar señales que les permita confiar en que están apoyando en iniciativas con un potencial de transformación significativo o si, de lo contrario, se encuentran ante casos de mera exageración.
Regulación
En un intento de ganar transparencia y claridad sobre las inversiones sostenibles, la Comisión Europea introdujo en marzo del 2021 el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR). A través de este Reglamento y su nueva Taxonomía, se establece un sistema de clasificación que determina si una actividad económica puede considerarse sostenible. Sin embargo, existe cierta controversia alrededor de su eficacia, debido a su complejidad de aplicación.
“Celebramos la llegada de la SFDR y la Taxonomía de la UE ya que supone un paso importante y necesario para impedir el impact washing. Sin embargo, aún queda mucho recorrido por hacer.» Maite Fibla, Co fundadora y managing partner de Ship2B Ventures en una entrevista de Corresponsables.
Análisis Riguroso
Antes de realizar cualquier inversión, es crucial realizar un análisis exhaustivo. Evaluar la transparencia, los objetivos, la integración en la estrategia comercial y los sistemas de medición y evaluación de una empresa es determinante para asegurarnos de que efectivamente estamos ante proyectos de impacto. Por este motivo, en Ship2B Ventures, anclamos el impacto en todos las etapas del proceso de inversión, desde el screening hasta la gestión de la cartera y nuestro carry está atado a la consecución del impacto esperado por cada compañía en la que invertimos.
Adicionalidad
¿Estamos siendo realmente impulsores del cambio? Esta es una pregunta que deberíamos hacernos frecuentemente cuando nos encontramos ante nuevos proyectos de impacto. Para frenar realmente el cambio climático y cerrar la brecha de la desigualdad social se necesitan cambios profundos y adicionales. Como expuesto en el informe de SpainNAB de la Taskforce de Fondos, de la cual participamos, la adicionalidad se refiere a si la empresa está contribuyendo con soluciones específicas a retos sociales o medioambientales desatendidos.
Compromiso Activo
Las startups son por definición actores de cambio. En sus primeros años pueden evolucionar muy rápidamente y esto no sólo afecta en su estructura como organización, sinó que puede afectar a su modelo de negocio. Por esto, como inversores de impacto, es fundamental acompañar a los emprendedores en su día a día para asegurar que el impacto sigue presente en su evolución como empresa.
Si bien todas estas estrategias ayudan a reducir el lavado de cara al impacto, los retos que plantea la medición del impacto, la falta de estandarización y de comparabilidad entre proyectos y fondos crean un espacio para que persistan las malas prácticas. Los gestores y propietarios de activos deben crear una tesis de inversión de impacto en la que quede claro el cambio que quieren lograr. Además, es importante anclar el impacto a través del proceso de inversión y seguir de cerca el progreso de cada empresa en relación con sus indicadores de impacto.